Los camaleones siempre han llamado la atención por su capacidad de cambiar de color y aunque durante mucho tiempo se tenía la convicción de que era por motivos de camuflaje y que lo hacen para mimetizarse con su entorno, la realidad es que el cambio de color les sirve para comunicarse y regular su temperatura corporal.
Esta habilidad está controlada por unas células especiales en su piel llamadas ‘cromatóforos’, las cuales contienen diferentes pigmentos que, al expandirse o contraerse, modifican la forma en que la luz se refleja en la piel, dando lugar a distintos colores y tonalidades.
Los camaleones no cambian de color al azar y son diversos los motivos por los que lo hacen. Por ejemplo, cuando están relajados, adoptan tonos más apagados, pero si se sienten amenazados o están en pleno cortejo, sus colores se intensifican. Un macho puede volverse más brillante para atraer a una hembra o incluso para mostrar agresividad frente a un rival. También usan tonos más oscuros para calentarse con el sol y colores más claros para reflejar el calor cuando hace demasiado calor
Es un lenguaje visual que les permite expresarse sin emitir sonidos, como si tuvieran un código secreto que sólo otros camaleones pueden entender y en lugar de hablar, muestran su estado de ánimo, sus intenciones o su nivel de estrés a través de los diferentes cambios de color.
A través de variaciones en su piel, estos reptiles pueden transmitir información sobre su estado emocional, su disposición para aparearse o su intención de defender su territorio.

A través de variaciones en su piel, estos reptiles pueden transmitir información sobre su estado emocional, su disposición para aparearse o su intención de defender su territorio.
Los camaleones siempre han llamado la atención por su capacidad de cambiar de color y aunque durante mucho tiempo se tenía la convicción de que era por motivos de camuflaje y que lo hacen para mimetizarse con su entorno, la realidad es que el cambio de color les sirve para comunicarse y regular su temperatura corporal.
Esta habilidad está controlada por unas células especiales en su piel llamadas ‘cromatóforos’, las cuales contienen diferentes pigmentos que, al expandirse o contraerse, modifican la forma en que la luz se refleja en la piel, dando lugar a distintos colores y tonalidades.
Los camaleones no cambian de color al azar y son diversos los motivos por los que lo hacen. Por ejemplo, cuando están relajados, adoptan tonos más apagados, pero si se sienten amenazados o están en pleno cortejo, sus colores se intensifican. Un macho puede volverse más brillante para atraer a una hembra o incluso para mostrar agresividad frente a un rival. También usan tonos más oscuros para calentarse con el sol y colores más claros para reflejar el calor cuando hace demasiado calor
Es un lenguaje visual que les permite expresarse sin emitir sonidos, como si tuvieran un código secreto que sólo otros camaleones pueden entender y en lugar de hablar, muestran su estado de ánimo, sus intenciones o su nivel de estrés a través de los diferentes cambios de color.
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