BBVA reúne hoy a gestoras nacionales para ‘convencerles’ de que acudan a la operación, aunque su postura mayoritaria es la de no vender a los precios actuales ya que consideran que la oferta es «demasiado tibia» y no genera valor Leer BBVA reúne hoy a gestoras nacionales para ‘convencerles’ de que acudan a la operación, aunque su postura mayoritaria es la de no vender a los precios actuales ya que consideran que la oferta es «demasiado tibia» y no genera valor Leer
BBVA ha convocado este jueves a las principales gestoras españolas, aquellas que son accionistas del banco y también de Sabadell, para explicarles la última actualización de su oferta y tratar de convencerles de las bondades de la operación. Es algo habitual en este tipo de procesos, pero esta vez la entidad que preside Carlos Torres sabe que la audiencia a la que se dirige acudirá con una decisión ya tomada y que, en términos generales, dificultará el éxito de la OPA.
Gestores de las principales firmas nacionales creen, en su amplia mayoría, que la última oferta «se queda corta» con lo que no acudirán al canje ofrecido por BBVA. En sus manos se calcula que está entre el 2% y el 3% del capital de Sabadell. La entidad anunció este lunes una mejora de su oferta del 10% que pasa a ser íntegramente en acciones, jugando con el componente fiscal de la operación en su favor, siempre y cuando el umbral de aceptación supere el 50% de los derechos de voto. «Es una situación excesivamente compleja. No se puede dar una recomendación generalizada para todos los clientes, no cuando tienes muchos escenarios posibles aún abiertos. Hay demasiados caminos a seguir«, reconocen desde una de las firmas consultadas por EL MUNDO. BBVA plantea ahora mismo un canje por el que emitirá 1 nueva acción a cambio de 4,8376 de títulos de Banco Sabadell. A los precios actuales supone valorar a la entidad catalana a 3,33 euros, lo que implica una prima positiva del 2,6% sobre la cotización actual.
«No acudiré a estos precios», sentencia uno de los principales gestores independientes del país. Otros califican la nueva oferta como «demasiado tibia», con una «prima muy ajustada con el mercado» y exigen mejoras del 15%-20% para cambiar su posicionamiento y acudir a la OPA, aunque, en realidad, descartan que este escenario vaya a producirse. El movimiento de BBVA ha generado cierta confusión entre los gestores de fondos nacionales que o bien no contemplaban que BBVA subiera su apuesta o esperaban que lo hiciera de manera contundente, para asegurarse el éxito de la operación. «No veo ventajas obvias entre ir y no ir. Si no hubiesen mejorado la OPA no salía adelante; pero si el precio lo hubiesen subido un 20% la hubiesen garantizado. Ahora, con lo que ha sucedido, va ir muy apretado el partido«, sostiene una de las firmas consultadas y que tiene acciones de ambos bancos en distintos fondos.
«Lo que han hecho es subir un 10% para pegarse con bastante exactitud a lo que el mercado ya estaba descontando con mayor probabilidad. Es una operación difícil de leer porque hay mucho minorista y como accionista de Sabadell lo que entiendes es que pertenecer a BBVA te va a mejorar el BPA (beneficio por acción, de la entidad resultante) y que te igualan la prima implícita del mercado, pero te van a rebajar entorno al 20% el dividendo de los dos próximos años» y, aunque es cierto que la acción descuenta cada pago (porque distribuir el dividendo implica repartir el beneficio del banco, lo que se deduce de la cotización), los pequeños inversores dan importancia a percibir periódicamente retribuciones elevadas porque «es síntoma de un buen management», sostiene una de las fuentes consultadas.
El peso del minorista es muy relevante. Según los últimos datos que recoge Barclays, su posición actual estaría sobre el 47% del capital de Sabadell, y de ellos se calcula que 4 de cada 5 son clientes del banco y tienen depositadas sus acciones ahí. Un 28% son inversores institucionales, otro 5% está en manos de la aseguradora Zurich (que tiene una joint venture para la comercialización de seguros con la entidad), un 3,86% pertenece a Fintech Europe, el holding inversor del empresario mexicano David Martínez) y hay otro 14% es propiedad de fondos indexados (como BlackRock, con un 7%), que replican la composición de los índices. Una de las incógnitas es saber qué hará Martínez con su posición, ya que su intención es acudir a la OPA, pero no a cualquier precio, como aclaró en la primera valoración oficial de la oferta realizada por el banco el pasado 12 de septiembre. En aquel entonces, el órgano directivo de la entidad votó de forma unánime rechazar la oferta. Ahora, desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé luz verde al nuevo folleto, dispone de cinco días nuevamente para hacerlo.
En general, los gestores de fondos entienden que la OPA saldrá adelante y BBVA terminará adquiriendo Sabadell, aunque el interrogante es determinar cuánto tiempo le llevará y a qué precio. Existe la creencia de que será difícil que lleguen a obtener el control mayoritario del banco que preside Josep Oliu con la oferta actual. «Teniendo en cuenta que comparten accionistas por el equivalente al 28% del capital de Sabadell, conseguir un apoyo del 40% me parece alto incluso», apunta el responsable del sector financiero de una de las mayores gestoras nacionales. En su opinión, un buen espejo en el que mirarse es lo vivido por la banca italiana durante este año y, en concreto, en la OPA que lanzó el pasado mes de febrero BPER (Banca Popolare dell’Emilia Romagna) por Banca di Sondrio, donde el minoritario era también muy relevante, y por ello se vieron obligados a subir la oferta en julio cuando alcanzaron más del 60% del capital. «Estoy convencido que van a seguir adelante, pero el proceso puede ser muy lento y muy doloroso».
La compra de Sabadell por BBVA es una historia que viene de lejos. Josep Oliu dice haber rechazado hasta cuatro ofertas del banco vasco desde que es presidente de Sabadell, con mayor o menor vehemencia. La última que trascendió se produjo en noviembre de 2020, en plena pandemia, cuando Sabadell valía menos de 2.000 millones de euros y cotizaba a un valor en libros de 0,11 veces, a precios de derribo. Hoy si la oferta saliera adelante en los términos actuales supondría valorar a Sabadell 8 veces por encima, que coincide con la capitalización actual, ya que la oferta no tiene prima, y que se sitúa sobre los 16.400 millones de euros. En todo caso, BBVA no desembolsará un euro y la operación se realizaría gracias a una ampliación de capital, que es dilutiva para sus propios accionistas en un 15%. «El problema que ha tenido BBVA es que las dinámicas de los resultados de los bancos se han dado la vuelta [ante la mejora de la economía y tipos de interés que llegaron a máximos históricos]. Tenía que haberlo hecho hace cinco años«, señala otro de los gestores consultados, que considera que ya «no hay alternativas» para Carlos Torres más allá de sacar adelante la OPA. «Se juega mucho (…) pero ha sido muy poco hábil porque a la primera persona que tienes que tener convencida cuando lanzas una OPA es al primer ejecutivo de esa compañía», sentencia.
«La oferta no es suficiente. En el contexto actual, la ruta en solitario del Sabadell tiene mucho más valor y solo entregaríamos las acciones si el BBVA ofreciese un precio que nos permitiese capturar ese valor sin prácticamente riesgo de ejecución», sostienen desde otra de las principales gestoras independientes del país, y esto pasa por una «prima adicional del 15%-20%». Sobre los niveles actuales, supone precios de 3,76-3,92 euros por acción, o un mínimo de 2.500 millones de euros más. BBVA se ha comprometido, por su parte, a que no habrá mejoras adicionales de su oferta y a no extender el plazo de aceptación.
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