Una madre neozelandesa, Hakyung Lee, de 45 años, ha sido declarada culpable este martes del asesinato de sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron hallados dentro de maletas en las que permanecieron alrededor de cuatro años.
El jurado del Tribunal Superior de Auckland, compuesto por seis hombres y seis mujeres, ha determinado que la acusada es culpable de haber asesinado a sus dos hijos menores, Minu Jo, de seis años, y Yuna Jo, de ocho, alrededor de julio de 2018, según la investigación policial.
Los cuerpos de los dos pequeños fueron hallados en Nueva Zelanda a principios de agosto de 2022 en dos maletas presuntamente adquiridas en una subasta de objetos abandonados.
Lee se ha representado a sí misma durante el juicio, que arrancó a inicios de septiembre, aunque no ha asistido presencialmente a la sala principal y ha seguido las audiencias desde otra sala con asistencia de un intérprete.
Sus dos abogados de apoyo han argumentado que la muerte del esposo de Lee en 2017 había desencadenado un profundo trastorno mental que llevó a Lee a creer que la única salida era quitarse la vida junto a sus hijos. La defensa ha sostenido que la mujer estaba «profundamente perturbada» y que sus actos no fueron conscientes en términos legales.
Por su parte, la Fiscalía ha defendido que Lee actuó con plena conciencia de sus acciones y sabía que eran erróneas. La fiscal Natalie Walker ha destacado que la conducta posterior a la muerte de los menores —ocultar sus cuerpos, cambiar de nombre y trasladarse a Corea del Sur— evidenciaba una planificación deliberada y racional.
«No se trató de un acto altruista de una madre que había perdido la razón y creía que hacía lo correcto, sino de un acto egoísta para liberarse de la carga de la maternidad en solitario«, ha señalado Walker en declaraciones recogidas por la radio estatal neozelandesa RNZ.
El juez del Tribunal Superior de Auckland, Geoffrey John Venning, confirmó el veredicto y remitió a Lee a custodia, fijando la próxima audiencia para el 26 de noviembre en la que se determinará su sentencia.
La mujer, que nació en Corea del Sur y obtuvo el pasaporte neozelandés tras residir en el país, regresó al suyo de origen en la segunda mitad de 2018 sin que existiera registro de salida, según las investigaciones policiales.
Desde entonces había vivido en Seúl y otras localidades antes de trasladarse a principios de 2022 a un apartamento en la localidad de Ulsan, a unos 300 kilómetros de la capital surcoreana.
Según documentos judiciales obtenidos por RNZ, antes de la muerte de su marido a causa de una enfermedad Lee amenazó con suicidarse y matar a sus hijos si su esposo fallecía.
Se desconoce la forma en la que murieron los menores, pero se cree que puede estar relacionada con la medicación que le recetaron a la madre para problemas de sueño tras el empeoramiento de la salud de su esposo y que no sería apta para niños.
Tras cometer el crimen, la mujer cambió de nombre y se trasladó a Corea del Sur.
Una madre neozelandesa, Hakyung Lee, de 45 años, ha sido declarada culpable este martes del asesinato de sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron hallados dentro de maletas en las que permanecieron alrededor de cuatro años.
El jurado del Tribunal Superior de Auckland, compuesto por seis hombres y seis mujeres, ha determinado que la acusada es culpable de haber asesinado a sus dos hijos menores, Minu Jo, de seis años, y Yuna Jo, de ocho, alrededor de julio de 2018, según la investigación policial.
Los cuerpos de los dos pequeños fueron hallados en Nueva Zelanda a principios de agosto de 2022 en dos maletas presuntamente adquiridas en una subasta de objetos abandonados.
Lee se ha representado a sí misma durante el juicio, que arrancó a inicios de septiembre, aunque no ha asistido presencialmente a la sala principal y ha seguido las audiencias desde otra sala con asistencia de un intérprete.
Sus dos abogados de apoyo han argumentado que la muerte del esposo de Lee en 2017 había desencadenado un profundo trastorno mental que llevó a Lee a creer que la única salida era quitarse la vida junto a sus hijos. La defensa ha sostenido que la mujer estaba «profundamente perturbada» y que sus actos no fueron conscientes en términos legales.
Por su parte, la Fiscalía ha defendido que Lee actuó con plena conciencia de sus acciones y sabía que eran erróneas. La fiscal Natalie Walker ha destacado que la conducta posterior a la muerte de los menores —ocultar sus cuerpos, cambiar de nombre y trasladarse a Corea del Sur— evidenciaba una planificación deliberada y racional.
«No se trató de un acto altruista de una madre que había perdido la razón y creía que hacía lo correcto, sino de un acto egoísta para liberarse de la carga de la maternidad en solitario«, ha señalado Walker en declaraciones recogidas por la radio estatal neozelandesa RNZ.
El juez del Tribunal Superior de Auckland, Geoffrey John Venning, confirmó el veredicto y remitió a Lee a custodia, fijando la próxima audiencia para el 26 de noviembre en la que se determinará su sentencia.
La mujer, que nació en Corea del Sur y obtuvo el pasaporte neozelandés tras residir en el país, regresó al suyo de origen en la segunda mitad de 2018 sin que existiera registro de salida, según las investigaciones policiales.
Desde entonces había vivido en Seúl y otras localidades antes de trasladarse a principios de 2022 a un apartamento en la localidad de Ulsan, a unos 300 kilómetros de la capital surcoreana.
Según documentos judiciales obtenidos por RNZ, antes de la muerte de su marido a causa de una enfermedad Lee amenazó con suicidarse y matar a sus hijos si su esposo fallecía.
Se desconoce la forma en la que murieron los menores, pero se cree que puede estar relacionada con la medicación que le recetaron a la madre para problemas de sueño tras el empeoramiento de la salud de su esposo y que no sería apta para niños.
20MINUTOS.ES – Internacional
